Los efectos de Nicholas -- aunque no directos -- sí continúan siendo evidentes en nuestras playas costeras.
En la playa Michael J. Ellis, la gente estuvo llegando a lo largo del día.
Por la noche del lunes, se podía ver el oleaje algo fuerte y pero ya no había nadie.
En la tarde, sin embargo, el panorama fue diferente.
Varias personas visitaron la playa, mientras que otras aprovecharon para nadar y hasta remar en kayak.
También se vio la presencia de los salvavidas pendientes de cualquier emergencia que se presentara.
Una pareja quien se mudó al área el año pasado y dijo que, aunque ya sabían a que se iban a enfrentar, tratan de siempre mantenerse precavidos.
“Creo que es increíble todo el poder que esta tormenta tiene, pero puedes ver el impacto del agua, y podrías meterte en muchos problemas si no tienes cuidado”, dijo.