CORPUS CHRISTI, Tx — Una madre cubana embarazada fue detenida durante su cita rutinaria con ICE en Houston, dejando a su familia en Ingleside devastada y preocupada por su salud y la de su bebé nonato.
Ana Pérez, quien ingresó al país en 2019 y cuenta con una orden de supervisión I-220B, fue arrestada el 8 de diciembre durante lo que debería haber sido una cita de rutina con inmigración. Fue trasladada a un centro de detención en Conroe, Texas.
Su esposo, Arliuvis Martínez Naranjo, estaba acostumbrado a esperar alrededor de 30 minutos cada vez que Ana acudía a sus citas con inmigración. Ese día fue diferente.
"No esperé en ningún momento esa detención," dijo Martínez Naranjo.
Ana, quien tiene cinco meses de embarazo, ahora enfrenta la posibilidad de deportación mientras su familia lucha por mantenerla en el país por razones humanitarias.
"Me siento devastado la verdad. Lo mismo yo que mis niños, aquí los niños cuando ella llama, que hace esa video llamada, tengo que tener un proceso con los niños," dijo Martínez Naranjo.
Según el abogado de inmigración Hugo Pina, este tipo de orden de supervisión era comúnmente otorgado a cubanos que ingresaron al país sin visa y no lograron obtener asilo político o un estatus legal definitivo.
"En el pasado siempre hemos tenido esa opción, de que alguien que no tiene que estar detenido podía estar en una orden de supervisión y el oficial de deportación podía tomar esa decisión," dijo Pina.
El abogado de Ana intentará detener la deportación por razones humanitarias, aunque podría tratarse de una carrera contra reloj.
"Le agradezco porque fue muy sincero. Él me dijo que podemos estar trabajando y en el transcurso del trabajo puede ser deportada," dijo Martínez Naranjo.
La mayor preocupación de la familia es la salud de Ana y su embarazo. La familia reportó que Ana tuvo complicaciones médicas en detención.
"Para mí es algo inhumano, ¿sabe? Ella en estos momentos está construyendo una criatura dentro de su área que cada cosa, cada disgusto, un dolor de cabeza, cualquier cosa, la afecta a la criatura," dijo Martínez Naranjo.
En casa, la angustia aumenta ante la posibilidad de que Ana no esté presente para el cumpleaños número 11 de su hijastro.
"Papá, si Ana no está, yo no quiero cumpleaños ¿sabes? y es algo bien triste. Pero yo le digo papi tengan la fe de que todo va a salir bien y vamos a resolver esto," dijo el niño.
Si Ana es deportada, Martínez Naranjo dice que tendría que tomar la difícil decisión de abandonar el país, a pesar de tener la residencia permanente.
"Que te dejen salir de ahí para por lo menos tener el bebé y después nos vamos para el fin del mundo. Es lo que quisiera mi negro," se escucha en una llamada telefónica con Ana.
Mientras esperan una decisión, esta familia se aferra a la fe y la esperanza de que Ana pueda regresar a casa antes del nacimiento de su bebé.