Han pasado tres días desde la explosión en una barcaza que provocó el derrame de 2-mil barriles de petróleo en aguas del Golfo de México, y las labores de limpiezan aún continúan.
La barcaza sigue anclada a unas tres millas de las costa de Port Aransas, pero las bolas de petróleo y alquitrán han comenzado a llegar a Mustang Island y North Padre Island.
Una persona murió durante esa explosión y otra está desaparecida.
Se trata del capitán de la barcaza Zach Jackson.
La busqueda para dar con él fue suspendida el sábado por la noche.
Dos equipos de vida silvestre monitorean el área entre Padre Island National Seashore y Port Aransas.
Su tarea es asesorar cualquier posible impacto que el derrame haya tenido en la fauna silvestre y el hábitat marino.