El huracán harvey no solo causó el derrumbe de edificios en áreas como Rockport y Port Aransas.
Marinas y muelles también sufrieron un fuerte golpe.
Decenas de barcos ahora están hasta el fondo del agua, creando preocupación por una posible contaminación ambiental.
Por eso ya se ha dado paso a los esfuerzos de extracción de las navegaciones, antes de que comienzen a presentarse fugas de combustible o cualquier otro material peligroso.
Algunos de los botes se han deshecho bajo el agua.
Lo que significa que esos escombros presentan un peligro para las personas que navegan por el área.
Si los dueños no los extráen, la oficina general de tierras lo hará.
Pero los dueños pudieran entonces enfrentar una multa.