El concilio aprovó de manera unanime una resolución que se opone a un cambio propuesto por la Comisión de Texas Sobre Calidad Ambiental.
T-C-E-Q quería quitarle a la ciudad la autoridad de emitir ordenes de hervir el agua. Actualmente, la ciudad emite esas ordenes bajo la recomendación de T-C-E-Q.
Antes de que se emitiera el voto, la concejala Colleen McIntyre dijo que entregarle a T-C-E-Q esa “autoridad decisoria” solo afectaría a la comunidad. Houston, San Antonio, y Austin también se han opuesto a la idea.