Con la llegada del verano, un sin número de niños estarán visitando albercas, lagos, y playas.
Pero chapotear y lo que parece el sonido de diversión podría en realidad ser una señal de peligro.
Por eso, expertos y otras autoridades instan a los padres a no cometer los errores que conllevan a los ahogamientos y recomiendan poner en práctica las recomendaciones preventivas.
Ellos recomiendan que los menores aprendan a nadar lo más temprano posible.
También dicen que es importante recordarle a los niños no correr cerca de piscinas, ni echarse clavados en agua poco profunda.
Y nunca es demasiado temprano para inscribir a sus hijos en clases de natación.
Organizaciones como el YWCA ofrecen clases de natación para niños, de tan temprana edad como seis meses y ellos requieren que los estudiantes pasen una prueba de natación al final del curso.