InicioHomepage Showcase

Actions

Cubanos en Corpus Christi angustiados por sus familiares en la isla

Cubanos en Corpus Christi angustiados por sus familiares en la isla
Posted
and last updated

CORPUS CHRISTI, Texas — Angustia y desesperación, son algunos de los sentimientos que invaden a Yisel Duran y su esposo Frankly Santos, sabiendo que sus familias en Cuba están privadas de alimentos, medicina y por encima de todo, el derecho a la libertad.

"Se siente mucha impotencia uno estar aquí, uno poder decir 'Yo puedo ayudar a mi familia, yo puedo ayudar a mi pueblo, yo puedo hacer más por mi pueblo', y que el gobierno te corte esas vías de ayuda", dijo Santos.

La comunicación que tienen con sus familiares es ahora más limitada debido a los cortes de internet que vienen y van, y bloqueo de envío de víveres desde Estados Unidos también los han afectado.

"El día domingo a las 12 y 8, más o menos 12:08-12:45, estoy hablando de mi mamá y mi papá, fueron las últimas horas que los vi yo a ellos conectados", dijo Duran.

Por miedo a las represalias del gobierno dictador, no nos dijeron las identidades de sus familias, pero dicen que ahora sienten más angustia por sus vidas.

Otra cubana en Corpus Christi nos dijo de manera anónima que vive bajo la misma preocupación.

"Todos los cubanos que estamos fuera tememos por nuestras familias porque todos los que se manifestaron estamos seguros de que, más tarde o más temprano, los van a ir a apresar", dijo.

Duran y Santos han vivido en carne propia la opresión del régimen. Ya ellos tienen una restricción de entrada por ser doctores.

"Cada palabra que nosotros damos aquí, y cada comentario que hacemos en Facebook o en nuestras redes sociales, cada post que ponemos, cada video que subimos denunciando lo que está pasando, pues más crudo aun", dijo Santos. "Porque sabemos que muchos de nosotros que han hecho lo mismo que hacemos nosotros cuando han ido a Cuba, incluso después de los ocho años de amonestación, no los han dejado entrar".

Su decisión de hablar frente a las cámaras pone más en riesgo la posibilidad de hacer lo que más anhelan, volver a abrazar a sus familiares. Pero esperan que levantando la voz se pueda generar conciencia y lograr un cambio.